La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2023, el cual está integrado por la Ley de Ingresos de la Federación para 2023 (LIF 2023); el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF); y los Criterios Generales de Política Económica para la Iniciativa de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos (CGPE). Éstos deberán ser aprobados a más tardar el 15 de noviembre de 2022.
Perspectivas de crecimiento económico por arriba del consenso. El paquete económico contempla que la economía mexicana crecerá 2.4% este año, un fuerte ajuste desde el 4.1% previsto en el paquete de 2022. Para 2023 se estima un avance en el rango de 1.2% a 3.0% anual, con un crecimiento puntual del 3.0%. Vemos que esta cifra parece ajena a la posibilidad de una recesión o desaceleración de la actividad económica a nivel global, tal y como diversos organismos lo contemplan debido, sobre todo, a tasas de interés más elevadas que complicarán el avance de la economía. Por ejemplo, el Banco de México estima un crecimiento de 2.2% para 2022 y de 1.6% para 2023, mientras que el consenso de analistas proyecta 1.9% y 1.4%, respectivamente.
Se amplía déficit público ante el aumento de los gastos. El Gobierno Federal plantea que el gasto neto total sea de 8.3 billones de pesos (bdp), lo que representaría un crecimiento real anual del 11.6% en comparación con el PEF 2022 que fue de 7.4 bdp. Todos los proyectos y programas sociales prioritarios tendrán un aumento significativo respecto a 2022. Para las grandes obras de infraestructura, se propone un incremento de 21.7% anual real, incluyendo a la refinería Dos Bocas que tendrá un presupuesto de 47.2 mil millones de pesos (mdp), +2.3 mdp respecto a 2022. La Secretaría de Turismo recibirá 145.5 mil mdp, +111% respecto a 2022, del cual el 98% se destinará al Tren Maya. Y se contemplan más recursos tanto para el aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), como para la rehabilitación del aeropuerto actual (AICM). Por otro lado, se propone un gasto en desarrollo social de 3.9 bdp, que representa el 65.5% del gasto programable total y crece a una tasa real de 9.1% con relación a la LIF 2022. De estos recursos, se destinarían 600.3 mil mdp a los 16 programas sociales prioritarios (con la pensión para adultos mayores llevándose más de la mitad de los recursos, 335 mil mdp), lo que significa casi el doble de lo que se consignó en 2021 (331.9 mil mdp).
Para cubrir el gasto público, la LIF 2023 estima ingresos presupuestarios por 7.1 bdp, un crecimiento del 9.9% real anual respecto a la LIF 2022. Para esto, la dependencia estima que la recaudación tributaria subirá 11.6% y los ingresos petroleros 15.5% real anual, respecto a lo aprobado en 2022. De esta forma, el paquete económico propone un déficit público (RFSHP1) equivalente al 4.1% del PIB para 2023, el más elevado desde el 2015, cuando fue de 4.2% y, en vez de un superávit primario, se plantea un saldo negativo de 0.2% del PIB.
El alza en las tasas de interés significaría un aumento en el costo financiero de la deuda pública (+29.9% anual en 2023 y representaría el 3.4% del PIB), mientras que el indicador deuda/PIB se elevaría a 49.4% en 2023, desde 48.9% en 2022.
¿Cuál es nuestra perspectiva? Si bien algunos de los estimados parecen optimistas, estas cifras demuestran que se continúa el compromiso de mantener finanzas públicas sanas; sin embargo, al mismo tiempo, se siguen priorizando los proyectos y programas insignia, mientras que se dejan a otras secretarías con aumentos más modestos (como la de Salud +3.0% real anual, Educación +5.4% y Defensa Nacional +2.4%). Además, el estimado de crecimiento del PIB para el próximo año (+3.0%) supone un riesgo, ya que de no alcanzarse, los ingresos presupuestarios serían menores y, por ende, el gasto tendría que ajustarse a la baja.